
El packaging de tu producto importa
Packaging no es solo un nombre raro, es el principal canal de comunicación de tu marca.
La identidad corporativa de una marca o producto hace referencia a sus aspectos físicos en los que se incluye de forma gráfica las características visuales de su personalidad. Al igual que el logotipo, el packaging es uno de los principales canales de comunicación de la marca con el cliente final, porque es una de las primeras cosas que este ve.
Evidentemente, la función final del packaging no es impresionar, sino preservar los productos, mantenerlos en buenas condiciones de higiene y evitar que se estropeen durante el transporte, pero también a través de el se pueden transmitir mensajes de valor agregado que forman parte de la identidad y que pueden llevar al consumidor a la acción de compra.
El packaging al completo está compuesto por el envase, envoltorio, etiqueta y embalaje.
Comencemos por entender lo que es el envase.
Podemos decir dos tipos:
- Envase primario: Que es aquel que está en contacto con el producto (botella de licor, lata de conserva…)
- Envase secundario: Aquel que refuerza la función de protección, manejabilidad, transporte, presentación y agrupamiento de envases (por ejemplo, la caja de cartón que contiene un frasco de perfume).
En cuanto al envoltorio, por lo general es un material fino y ligero que se incorpora al producto y puede cumplir tanto solo la función de protección como incluso de publicidad. Por ejemplo: el típico papel que recubre a una hamburguesa.
Por su parte el embalaje es lo que está encima del producto y sirve para proteger al mismo durante el transporte,
Otra parte del packaging y no precisamente la menos importante es la etiqueta que, además de servir de canal informativo sobre ingredientes, valores, requisitos legales, etc., también es un instrumento de promoción. Es un claro elemento diferenciador frente a la competencia.
El packaging y el branding
Dado que un producto es algo que se pone en el mercado para satisfacer una necesidad o un deseo del consumidor (recordemos que el Marketing busca necesidades, jamás las crea), aquél debe ser algo más que un objeto con características físicas. Un producto será todo lo que el consumidor perciba de él, ni más ni menos.
Y relacionado con la percepción de un producto está el packaging, uno de los elementos psicosociales de un producto, lo que lo puede hacer diferente del resto de productos de su gama. Si al vender un producto no sólo se tienen en cuenta las características técnicas del mismo sino también factores psicosociales, conseguiremos que el consumidor perciba nuestro producto como único y diferente de otros productos con las mismas características técnicas pero diferentes aspectos psicosociales, aquellos aspectos que van acordes al rol y status que confieran su tenencia y uso.
Para finalizar, te dejamos tres puntos importantes para que tu packaging sea efectivo:
- La imagen debe ser coherente con lo que creemos que nuestro cliente potencial o público objetivo quiere y /o necesita, para lo cual debemos conocerlo bien.
- Los colores, tipografías, materiales deben estar en consonancia con el tipo de producto que vendemos y, sobre todo con su identidad. No podemos vender tomates ecológicos en plástico. Esto sería, cuanto poco, discordante.
- Puedes utilizar slogans y/o claims tanto de llamada de acción como de mensajes claves que son relevantes para tu público objetivo.